En este nuevo capítulo onírico, la Divina Femenina se manifiesta entre la niebla, el fuego y el dolor sagrado. Ella ofrece la copa de su verdad, su herida y su amor incondicional, sabiendo que tal vez no será aceptada. Este sueño, espejo del alma, revela la sabiduría de quien ha amado sin reservas y el coraje de quien se retira sin rencor.
Una experiencia poética, ritual y emocional que acompaña el cierre de un ciclo y la apertura de una nueva visión espiritual.