"No fue falta de comunicación: fue falta de reciprocidad"
- El Rincón Mágico de Seladriel
- 23 jul
- 3 Min. de lectura
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Participar en una reunión con Luis, un Divino Masculino despierto fue revelador. Escuchar su testimonio, su noche oscura, sus bloqueos mentales, su despertar y rendición fue valioso.
Pero hubo un momento clave: cuando, yo decidí hacer hincapié en la importancia de la comunicación entre la divina femenina y su contraparte masculina, me interrumpió para decir que la Divina Femenina, debía buscar maneras de entablar conversación con su masculino, aunque este se mostrara esquivo.
Lo miré (aunque fuera en pantalla) y le respondí con calma, pero con toda la verdad de mi herida:
"Créeme que yo lo intenté todo...
Le escribí con Lágrimas recorriendo mis mejillas,
¡Grité verdades!,
pronuncié palabras llenas de amor, rabia y dolor,
también guardé silencio, creyendo que así respetaba su espacio,
En cada palabra puse ilusiones, energía, tiempo, puse mi corazón
pero me quedé sola y vacía... mis palabras fueron eco en el vacío.
Porque si el Masculino no contesta, ni se abre a compartir
su vida, sus sueños, sus heridas, sus miedos… no hay forma de construir.
Él no me dio la oportunidad."
Esta es la diferencia entre la historia de Luis con Ericka y la mía con D.D.S.
Luis tenía comunicación, aunque escasa, a pesar de sus miedos y racionalidad le dio espacio en su vida a Ericka
Yo tenía silencios.
Luis se negaba al inicio, pero Ericka le hablaba, le explicaba, le tendía puentes.
En mi caso, yo enviaba señales, abría canales, preguntaba, proponía… y del otro lado, me encontré con un muro, respuestas a modo de Monosílabos, Silencios interminables, Cero curiosidad por mí... indiferencia que rayaba la crueldad.
Y cuando le pedía reciprocidad al hablarle, lo único que obtuve fue una frase que aún resuena como puñal:
"No tengo nada que preguntarte."
No fue por falta de comunicación de mi parte, no fue porque yo no supe cómo hablar, expresarme o amar.
No fue por estrategia fallida o mal manejo emocional.
Fue porque él no quiso estar y esa es una verdad que duele… pero que también libera.
Porque el amor no se mide por cuánto haces tú para que funcione.
También se mide por cuánto el otro está dispuesto a responder, a participar, a construir.
Hoy lo entiendo sin culpa, sin vergüenza,
porque no es mi falta, lo que lo hizo callar.
Fue su miedo, su huida, su inmadurez emocional… lo que le impidió hablar.
Y yo, que ya no le ruego a los muros,
hoy solo me arrodillo ante mi propia verdad,
Ahora mi lealtad está en comunicar mis emociones,
mi historia, mi dignidad...
Para todas las Divinas Femeninas que sienten con intensidad,
que aún en contra de la razón y la lógica,
eligieron valientemente asumir la responsabilidad de sus heridas y sanar.
Para quienes, incluso en medio del dolor,
decidieron seguir amando —primero al Masculino… y luego a sí mismas.
Porque un día comprendieron la gran verdad
"que este proceso no era por él, sino para ti."
Él vino a despertar, tú viniste a encender.
Ahora abrázate, guerrera de fuego,
la que ardió, la que gritó, la que cayó…
pero también la que prevaleció de pie.
Con este post te celebro, me celebro y le doy voz
al dolor sagrado que muchas atravesamos en el camino de las llamas gemelas.
— Seladriel
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🌹 Gracias por leerme, por sentir conmigo y por honrar tu propia luz y sombra.
Con amor,
Melissa – Seladriel
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